17 de febrero de 2012

Confesiones de una artista de mierda

"Confesiones de un artista de mierda" es el título de un disco de Iván Ferreiro, el último que ha sacado a la venta hace no demasiado para más señas y extremadamente recomendable para todo aquel que no haya tenido el placer de escucharlo todavía...

Dicho título resonó en mi cabeza poderosamente desde el primer instante en que mis ojos posaron su atención en esas mismas palabras que una vez juntas son las encargadas de "dar la cara" sobre lo que se esconde en el interior del disco.

Supongo que los títulos de un disco, libro, trabajo o cualquier otra manifestación que se pueda expresar de forma escrita son en cierta manera, además de la evidente carta de presentación y primera impresión que el lector recibirá, algo enormemente codiciado por el que los crea...

Porque lo que si está claro, es que a nadie le gusta en absoluto que una vez elegido, su título acabe siendo "un título de mierda" nunca mejor dicho...

Si me he fijado personalmente en esta tontería, es porque llevo unos cuantos meses poniendo una y otra vez títulos a trabajos de muy distintas materias, a cada cual más dispar (tanto los títulos que acaban por salirme, como las materias a las que debo de ponérselos...).

La verdad que yo ya no sé porqué será, si por la cantidad de horas que cada uno me lleva, porque los ojos comienzan a picarme más a menudo de tanto ordenador diario o porque más bien empiezo a pensar que tengo la manía de acabarlos siempre por el mismo sitio, casualmente por donde comienzan...

El caso es que esas palabras cortas y exactas, las que suelen ser tan definitorias y justas como para terminar de completarlos suelen tener menor velocidad de reacción en mí en comparación con el resto del texto, pues parece que últimamente se toman su tiempo para darse a conocer...

Sin complicarse mucho buscando entre los primeros artículos de google sobre como elegir un buen título podemos releer e uno de ellos, una cita de E. Hemingway bastante curiosa:

-"Después de terminar un cuento o un libro, escribo una gran lista de títulos tentativos. He llegado a escribir hasta cien de ellos. Luego, comienzo a eliminar los que no me gustan, uno por uno. Y la mayoría de las veces, lamentablemente, los descarto a todos.".

Y le entiendo perfectamente porque me pasa lo mismo (que nivelazo no!? jeje).

Por las prisas uno acaba poniendo lo primero que sea con tal de entregarlo completo...o sea se "Un título de mierda como dios manda"...

Si me pongo a pensarlo me entra la risa, porque es un preludio de lo que le espera al pobre profesor unas cuantas líneas más abajo .... o sea se otra vez ¡"un trabajo de mierda" como dios manda!

No me cansaré de repetirlo pero el mérito reside en decir mucho con poco, lo cual podría aplicar a mis trabajos también, pero de momento doy gracias a quien inventó el copia y pega cuando se trata de enrollarse y escribir de cosas que te importan solo un pelín más allá de la obligación. Cosas tan raras que pocos recursos más aparte del morro y la imaginación te quedan para raspar el 5.

Por eso, si hablamos de escribir por devoción en vez de por obligación, el título del disco de Ferreiro aunque no demasiado "complicado" y hasta podría atreverme a decir "imaginativo" llamó y llama tanto aún mi atención.

Si vuelvo a recordar la primera vez que lo escuché, pienso que no pude evitar la sensación de identificarme inmediatamente con lo que esa portada de Iván dándose casi cabezazos contra el piano me quería contar...

Es así de simple, ocurre que a veces esta artista de mierda siente la necesidad de confesar sus frustaciones en este bendito y espacioso blog, lo cual es un alivio...

Y lo hace ahora después de poner a remojo algunas de esas confesiones. Cuando se han rebajado por lo menos de pecado a pecadillo... y la sangre se ha vuelto a poner de nuevo en su sitio...

¿Que por qué os cuento esto?...Porque las decisiones en caliente no son nada buenas amigos (segunda vez en esta semana que me pasa). Así que respira y cuenta hasta diez, o directamente tápate los oídos, escúchate a tí mismo y prepárate a callar las confesiones de mierda que una vez más nadie excepto tú conocerá...

Ya veis...Confesiones hay muchas,hay quién se confiesa por amor, por odio, por justicia o por otro motivo, y porque si como dice la RAE realmente "confesarse" significa expresar lo que verdaderamente uno siente, piensa o desea...aunque sea solo instantáneamente y en un momento de enfado como me ha pasado a mí esta tarde, haría ya como 4 horas que me habría marchado sin ninguna direción a Buenos Aires o Santiago de Compostela por poner un ejemplo de lejanía, dejando atrás trabajos, personas y quién sabe cuantas cosas más...

Pero alma cándida, con el frío que hace...¿Donde vas a ir?, creo que la valentía no te lo hubiera quitado por mucho que hubieras comenzado tu aventura contra el mundo hoy...

Porque esas confesiones buenas y malas, son las más personales que tenemos, las más bajas en la mayoría de las ocasiones... y si como así lo he sentido yo no deben de ir a ningún lado, mejor que no lleguen a ver el día, pues nacen del silencio de lo que para tí es sorprendentemente una injusta derrota.

Y enfín que de todas maneras si en algún momento fueron para bien las acabas arrastrando entre los recuerdos y siempre van contigo...o eso, o eres Iván Ferreiro y sacas un disco para contárselas al mundo, pero como no es el caso, tendré que conformarme con seguir siendo una artista de mierda...

Y es que él sacó un disco sí, pero es cierto que esas confesiones tienen grandes ansias de libertad y rebeldía, muchas, demasiadas, en unos momentos más que otros, por eso me hacen pensar que no les falta su parte de razón, su pequeña parte de verdad por mucho que formalmente las debamos de ocultar para tratar de mantener el equilibrio de muchas otras cosas...

Aún así yo me pregunto de vez en cuando..¿Y quién quiere el equilibrio? ¡Si las mejores cosas despeinan!

¡Buen fin de semana a tod@s!

El equilibrio es imposible- Iván Ferreiro y Santi Balmes