27 de enero de 2012

Suerte

Dicen que la suerte es un cúmulo de acontecimientos, de sucesos afortunados o desafortunados algunas veces y que suele cambiar de forma y color según el cristal por el que te toque mirar de nuevo otro día más.

Para mí, suerte es esa especie de viento a favor, cálido y agradable que te sopla en la cara de vez en cuando para recordarte que las cosas aún pueden cambiar de un segundo a otro por previsibles y aburridas que parezcan.

Te roza y te susurra con calma al oído palabras que creías haber olvidado en algún remoto lugar.

-¡Ey!¡No te duermas!,¡Despierta!,¡Aún estás muy vivo amigo!

Cuando siento de nuevo esa reconfortante sensación suele acabar por dejarme sin palabras, bastante anonadada y algo asustada cuando se presenta por sorpresa, sin cita previa y además quiere sonarte que viene en son de paz.

Me parece que debe de ser que a veces no me la creo o que quizás no pienso que merezca del todo esa atención de que me haya elegido a mí habiendo tanta necesidad como hay por el mundo... ¡Al fin y al cabo no estoy tan mal!

Igual tanto escuchar la radio he acabado por asimilar aquel estribillo de canción que venía a decir algo así como... "que algo malo viene detrás"

Curioso que hoy me siga resultando complicado confiar en los vientos que vienen del sur por más lejos que me quieran llevar.Debe de ser que aún queda algún resquicio en mí de aquel pensamiento pesimista y negativo que día a día y después de muchos pasos no se ve de otra forma que no sea desde bien a lo lejos.

Creo que acabó ya la época de pensar aquello de "Con tanta mala suerte, Creo que solo debe de quedarme la buena..." es ahora cuando puedo darme cuenta que nunca fué del todo cierto.

Muchas veces visioné como parecía que esa suerte se quería colar por debajo de la puerta y de como incluso hacia caso omiso de ella y no la aprovechaba, pero ella siempre estaba allí, y puedo asegurar que no era tan mala precisamente, por mucho que la tediosa adolescencia se empeñara en cambiarla de bando.

Menos mal que con el bendito tiempo he aprendido a ser un poco más educada abriéndole la puerta directamente y sonriendo de oreja a oreja al verla.

Ahora sé que es la mejor opción si quiero volver a escuchar el timbre cada vez que se quiera pasar, y creo que ella también lo prefiere así.



A estas alturas de mi vida ya es casi imposible ignorar este factor y tener incluso más fé en ella que en otras muchas otras cosas cien veces más "rentables" y sobre todo "reales", que son las que parecen mover otros mundos distintos al mío.

Mundos que al final acaban por girar y suertes que también acaban por cambiar. Tenemos ejemplos de sobra...y yo me considero una persona afortunada, tengo todo lo fundamental a mi alcance para ser feliz, así que creo que no puedo pedir más, el resto se lo dejo a ella...

Aún así por si acaso me acercaré peligrosamente a todo eso que me susurra al oído si me tienta cuando le de por soplar...

Y de nuevo e nublará la mente y me hará pensar por pensar y sí...definitivamente sin darle muchas más vueltas creo que acabaré directamente afirmando...

...que no soy nadie para negar la belleza que supone dejarse llevar de su encanto y poder probar libre de dudas como sabe el lugar de donde viene y el sitio a donde me llevará a parar...

La suerte es caprichosa, diría que tiene mucho en común con la imaginación sobretodo...pero también con la ilusión, la esperanza, la confianza y quién sabe con cuantos misterios más.

Puede que a veces te tenga sentado frente al rompeolas como un idiota, notas la brisa, pero no acabes de verla llegar, piénsalo una vez más si es necesario y hazme caso, disfruta del paisaje en todo caso si tienes el mar enfrente...y no te preocupes de nuevo perdiendo fuerzas inútilmente...¡ella es muy lista!, al final siempre acaba por encontrarte...

.... y por ser lectores de este blog, ¡ seguro que es de la mejor que se puede desear!

Feliz fin de semana para tod@s!


El Rompeolas-Loquillo y los Trogloditas